Fig 6. Hepatitis aguda. [Imagen], por Vall d'Hebron, 2012. Recuperado de https://hospital.vallhebron.com/es/asistencia/enfermedades/hepatitis-aguda
Hepatitis A
Es una infección causada por un virus ARN citopático, que afecta a niños y jóvenes, transmitida principalmente por la vía fecal-oral, por alimentos o agua contaminados y en ocasiones da lugar a brotes epidémicos. El virus solo se reproduce en el hígado, pero está presente en hígado, bilis, heces y sangre durante la fase final del periodo de incubación y en la fase pre sintomática y pre ictérica de la enfermedad. A pesar de la persistencia del virus en el hígado, su paso a las heces, la viremia y la infectividad disminuyen de manera rápida una vez que la ictericia se hace evidente.
Los síntomas relacionados con las hepatitis virales agudas son variables e inespecíficos. Por lo anterior, no es posible distinguir clínicamente una forma de hepatitis viral aguda de otra. Su curso clínico varía ampliamente desde una fase asintomática manifestada sólo por elevación de las aminotransferasas hasta hepatitis fulminante con ictericia franca y coma hepático.
El tratamiento de la hepatitis viral aguda es en gran parte de soporte y dirigido a asegurar una nutrición e hidratación adecuadas y a monitorizar a los pacientes con el fin de evitar el desarrollo de hepatitis fulminante. El tratamiento farmacológico rara vez está indicado para la hepatitis viral aguda A porque hasta el 99% de los pacientes se recuperan sin secuelas. Ninguna medida dietética específica o suplemento ha demostrado ser eficaz. La proteína debe restringirse sólo en pacientes con signos clínicos de encefalopatía hepática. Se debe evitar el alcohol, y el uso de medicamentos debe mantenerse al mínimo. Deben de evitarse aquellas drogas que son metabolizadas por el hígado, como las benzodiazepinas, o bien reducir su dosis si son absolutamente necesarias.
(Herrera Corrales & Badilla García, 2019).
Hepatitis B
Es una infección a corto plazo que se produce en el transcurso de 6 meses después de que una persona se infecta con el virus. La gravedad de la infección puede variar de una enfermedad leve con pocos o ningún síntoma a una afección grave que requiere hospitalización. Algunas personas, especialmente los adultos, pueden eliminar el virus o deshacerse de él sin tratamiento. Las personas que eliminan el virus se vuelven inmunes y no pueden volver a infectarse con el virus de la hepatitis B.
El virus de la hepatitis B se disemina cuando la sangre, el semen u otro líquido corporal de una persona infectada ingresa en el cuerpo de otra persona que no está infectada. Este virus se puede diseminar de las siguientes formas:
Relaciones sexuales con una persona infectada.
Uso de drogas inyectables. Al compartir agujas, jeringas y cualquier otro equipo para inyectarse drogas con una persona infectada
Brotes.
Nacimiento. Se puede transmitir de una madre infectada al bebé en el parto.
Muchas personas que tienen hepatitis B no presentan síntomas y no saben que están infectadas. En caso de haber síntomas, estos incluyen fiebre, fatiga, falta de apetito, molestia estomacal, vómitos, orina oscura, heces grisáceas, dolor articular y piel y ojos de color amarillo.
El tratamiento de la hepatitis crónica B se puede realizar con tres fármacos: interferón α, lamivudina y adefovir.
Fig 7. Fármacos para el tratamiento del VHB. [Imagen], por Serra Desfilis, M. (2019). Recuperado en 19 de septiembre de 2022, de https://www.seimc.org/contenidos/ccs/revisionestematicas/viromicromol/VHBrev.pdf
(Serra, 2019; CDC, 2020).
Hepatitis C
El virus de la hepatitis C se transmite fundamentalmente por lo que llamamos vía parenteral, es decir, a través de las transfusiones de sangre y hemoderivados, y de los pinchazos con material contaminado (tatuaje, piercing o las manipulaciones dentales antes de la introducción de buenas medidas higiénicas).
La mayoría de las personas con el virus no presentan síntomas y no saben que están infectadas. Si se presentan síntomas, pueden incluir piel u ojos amarillos, no querer comer, malestar estomacal, vómitos, dolor de estómago, fiebre, orina oscura, heces de color claro, dolor en las articulaciones y sensación de cansancio. Si se presentan síntomas con una infección nueva, suelen aparecer en el plazo de 2 a 12 semanas, pero pueden tardar hasta 6 meses en presentarse. Las personas con hepatitis C crónica pueden vivir años sin tener síntomas o sentirse enfermas.
Cuando se presentan síntomas con la hepatitis C crónica, a menudo son un signo de enfermedad hepática avanzada.
La infección de hepatitis C se trata con medicamentos antivirales destinados a eliminar el virus del cuerpo. El objetivo del tratamiento es que no se detecte ningún virus de la hepatitis C al menos 12 semanas después de completar el tratamiento.
(Sangro, 2020; CDC, 2020).
Fig 8. VHC. [Imagen], por Biblioteca Nacional de Medicina (2021). Recuperado en 19 de septiembre de 2022, de https://medlineplus.gov/spanish/hepatitisc.html
Hepatitis D
Es una enfermedad hepática producida por el virus de la hepatitis delta (VHD). Es un pequeño virus "satélite" que para realizar su ciclo de replicación necesita de la presencia del virus de la hepatitis B (VHB). La infección por VHD puede producirse en un paciente que ya era portador crónico del VHB, situación que se denomina sobreinfección, o bien de forma simultánea con el VHB, produciendo en estos casos una coinfección.
Se transmite de forma muy similar a la hepatitis B. Los mecanismos de transmisión más comunes son la adicción a drogas por vía intravenosa y la transfusión de hemoderivados. La transmisión por vía sexual es mucho menos frecuente, al igual que la transmisión perinatal.
La hepatitis aguda (en la coinfección VHB-VHD) aparece tras un periodo de incubación de entre 30 y 180 días. El paciente puede presentar cansancio, pérdida de apetito, fiebre (no más de 38 ºC habitualmente), dolor de cabeza y en ocasiones náuseas, vómitos e ictericia (pigmentación amarilla de la piel y las mucosas). El único tratamiento aprobado para la hepatitis delta es el interferón alfa, aunque muy rara vez es capaz de erradicar la infección y es frecuente que aparezcan recaídas al suspender el tratamiento.
(García & Romero, 2007; Phillips, 2020).
Hepatitis E
La hepatitis E es una inflamación del hígado debida a la infección por el virus de la hepatitis E (VHE). Existen al menos cuatro diferentes tipos de este virus (genotipos 1, 2, 3 y 4). Los genotipos 1 y el 2 solo se han encontrado en el ser humano. Los genotipos 3 y el 4 circulan en varios animales (entre ellos los cerdos, los jabalíes y los ciervos) sin causarles enfermedad, e infectan ocasionalmente al ser humano.
El virus se excreta en las heces de las personas infectadas y entra en el organismo humano por el intestino. El contagio se produce principalmente por consumo de agua de bebida contaminada, semejante al VHA.
El periodo de incubación fluctúa entre 2 y 9 semanas (6 semanas en promedio). Poco antes de la aparición de los síntomas clínicos, el VHE puede detectarse en el torrente sanguíneo por 1 a 2 semanas y es excretado en las heces por 3 a 4 semanas. Los signos y síntomas presentes en este VHE son fiebre leve, disminución del apetito (anorexia), náuseas y vómitos, dolor abdominal, picazón, erupción cutánea o dolor en las articulaciones; ictericia acompañada de orina oscura y heces claras, y un ligero aumento del tamaño del hígado (hepatomegalia), con dolor a la palpación.
No existe ningún tratamiento específico que altere la evolución de la hepatitis E aguda. Como la enfermedad suele remitir espontáneamente, no suele ser necesario hospitalizar al paciente. Lo más importante es evitar medicamentos innecesarios. Los antieméticos y el paracetamol deberían utilizarse con mesura o evitarse.
(Gutiérrez & Sánchez, 2012; Organización Mundial de la Salud, 2022).
Referencias bibliográficas
Gutiérrez García, C.,& Sánchez Partidas, D. (2012). Virus de la hepatitis E. Características biológicas y epidemiológicas. Revista de la Sociedad Venezolana de Microbiología, 32(1). Recuperado en 19 de septiembre de 2022, de http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-25562012000100003
Organización Mundial de la Salud. (2022). Hepatitis E. Recuperado el 19 de septiembre de 2022, en el sitio web OMS, disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/hepatitis-e
Herrera Corrales, J., & Badilla García, J. (2019). Hepatitis A. Revista Medicina Legal de Costa Rica, 36(2). Recuperado en 19 de septiembre de 2022, de https://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1409-00152019000200101
Serra Desfilis, M. (2019). VIRUS DE LA HEPATITIS B. Servicio de Hepatología, Hospital Clínico Universitario de Valencia. Recuperado en 19 de septiembre de 2022, de https://www.seimc.org/contenidos/ccs/revisionestematicas/viromicromol/VHBrev.pdf
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Sangro, B. (2020). Hepatitis C: síntomas y tratamiento. Recuperado en 19 de septiembre de 2022, del sitio web: https://www.cun.es/eermedades-tratamientos/enfermedades/hepatitis-c
CDC. (2020). Hepatitis C General Information. Recuperado en 19 de septiembre de 2022, del sitio web: https://www.cdc.gov/hepatitis/hcv/pdfs/hepcgeneralfactsheet_sp.pdf
García Samaniego Rey, J., & Romero Portales, M. (2007). Hepatitis delta. Revista Española de Enfermedades Digestivas, 99(9). Recuperado en 19 de septiembre de 2022, de https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1130-01082007000900012
Phillips, M. (2020). Agente delta (hepatitis D). Recuperado en 19 de septiembre de 2022, del sitio web medlineplus, disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000216.htm